Originalmente los Exvotos eran una expresión popular en la que las personas dejaban estas pinturas en las Iglesias como una manera de agradecer un favor o un milagro recibido por el santo de su devoción. Nosotros deseamos llevar esta particular expresión artística a lo cotidiano, nos salimos de las tragedias familiares para entrar en la cultura moderna. Sin perder nuestra esencia mexicana y con toques de humor nuestros exvotos retratan el acontecer diario de la vida moderna. A veces tradicional, otras veces transgresora, nosotros pintamos lo que vemos, lo que sucede y lo que podría sucederle a cualquier persona. En resumen, nuestros exvotos no son pintados con la consigna de ser llevados a una iglesia (si algún cliente lo necesita, lo hacemos de todas maneras) sino más bien son creados pensando en que las personas los regalen a un ser querido, los cuelguen en su cocina, en el despacho o en su habitación. Pueden verse como una pintura chusca o como un retrato de la sociedad actual en la que vivimos.
Flor Palomares y Gonzalo Palacios
